El queso fresco es un ingrediente fundamental en la cocina de muchas culturas, especialmente en la cocina mexicana, donde se utiliza en una variedad de platos, desde tacos hasta ensaladas. Hacerlo en casa no solo es económico, sino que también te permite disfrutar de un queso fresco y suave, con un sabor que supera con creces al de las versiones comerciales. Este queso es perfecto para aquellos que buscan un producto auténtico y casero sin complicaciones.
Preparar queso fresco en casa puede parecer intimidante, pero en realidad es un proceso bastante sencillo. Con solo tres ingredientes básicos, puedes obtener un queso que no solo es delicioso, sino también versátil y fácil de hacer. La leche se calienta y se mezcla con un ácido, lo que provoca la coagulación. Luego, el suero se escurre para obtener la textura deseada.
Además de ser una excelente adición a tus recetas, este queso fresco casero es ideal para quienes buscan opciones saludables y frescas en su dieta. Puedes disfrutarlo en tacos, ensaladas, o simplemente acompañado de pan. ¡Anímate a probar esta receta y descubre lo fácil que es hacer tu propio queso fresco!
Ingredientes:
- 1 litro de leche (entera o parcialmente descremada)
- 1/4 taza de vinagre blanco o jugo de limón
- 1 cucharadita de sal (opcional, al gusto)
Instrucciones:
Calienta la leche:
- En una olla grande, calienta la leche a fuego medio hasta que llegue a unos 85°C (185°F). Remueve ocasionalmente para evitar que se pegue al fondo.
Añade el ácido:
- Una vez que la leche esté caliente, añade el vinagre o jugo de limón y mezcla suavemente. La leche empezará a cuajar y formará cuajos. Deja reposar durante 5-10 minutos para que el cuajado se complete.
Escurre el queso:
- Coloca un colador grande sobre un recipiente y cúbrelo con una tela de queso o un paño limpio. Vierte la mezcla de leche cuajada en el colador para escurrir el suero. Deja escurrir durante 15-20 minutos, dependiendo de la consistencia deseada.
Sazona y guarda:
- Si lo deseas, añade sal al queso fresco y mezcla bien. Transfiere el queso a un recipiente hermético y refrigéralo. El queso fresco estará listo para comer después de unas horas en el refrigerador.
¡Disfruta de tu queso fresco casero en tus ensaladas, tacos o simplemente con un poco de pan! ❤️
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