La leche frita es un postre tradicional español que ha conquistado paladares por generaciones. Su exterior crujiente y su interior suave y cremoso hacen que cada bocado sea una experiencia única y deliciosa. Aunque su preparación puede parecer compleja, en realidad es un postre sencillo que, con unos pocos ingredientes y algo de paciencia, se puede lograr en casa sin problemas.
Este dulce tiene sus raíces en las regiones del norte de España, especialmente en Castilla y León y Galicia, aunque hoy en día se disfruta en todo el país. Tradicionalmente, se sirve como un capricho después de las comidas o como merienda, acompañado de una buena taza de café o té. Lo más interesante de la leche frita es su contraste de texturas, donde lo crujiente de la capa externa da paso a una crema suave y fragante por dentro, con toques de limón y canela que lo hacen irresistible.
Lo que realmente destaca en esta receta es la simplicidad de los ingredientes. Con elementos que todos tenemos en la despensa, como leche, azúcar y maicena, podemos crear una auténtica delicia casera que transporta a los sabores más tradicionales de la cocina española. Además, es una excelente opción si buscas un postre que puedas preparar con anticipación, ya que la leche debe enfriarse y reposar antes de freírse.
En esta versión de la receta de leche frita, te guiaré paso a paso para que puedas lograr un resultado perfecto: dorado por fuera, cremoso por dentro, y con el equilibrio justo de dulzura y aroma. ¿Estás listo para aprender a hacer este postre tan especial?
Ingredientes:
- 1 litro de leche
- 200 g de azúcar
- 100 g de maicena (fécula de maíz)
- 1 cáscara de limón
- 1 rama de canela
- 2 huevos
- Harina (para rebozar)
- Aceite de girasol (para freír)
- Canela en polvo y azúcar (para espolvorear)
Preparación:
1. Preparar la Leche Frita: En una cacerola grande, calienta 750 ml de leche junto con la cáscara de limón y la rama de canela a fuego medio. Esto permitirá que la leche tome todos los sabores aromáticos del limón y la canela. Es importante no dejar que hierva para que la leche no se queme ni pierda sus propiedades.
2. Preparar la mezcla de maicena: Mientras la leche infusiona, mezcla los 250 ml de leche restantes con la maicena y el azúcar en un bol. Asegúrate de remover bien para que no queden grumos, ya que esto afectará la textura final de la crema. Esta mezcla será clave para espesar la leche y lograr la consistencia perfecta.
3. Combinar y espesar: Una vez que la leche haya reposado, retira la cáscara de limón y la rama de canela. Vuelve a poner la cacerola a fuego medio y vierte la mezcla de maicena y azúcar, removiendo constantemente para evitar grumos. La clave aquí es no dejar de mover hasta que la mezcla espese, obteniendo una textura parecida a la de un pudín. Este proceso puede llevar unos minutos, así que ten paciencia.
4. Enfriar y refrigerar: Vierte la mezcla espesa en un molde rectangular o cuadrado, previamente engrasado, para que no se pegue. Deja enfriar a temperatura ambiente y luego refrigera durante al menos 2 horas. Este paso es esencial, ya que la mezcla debe estar completamente firme para cortarla y freírla después.
5. Freír la leche: Una vez que la mezcla esté firme, córtala en cuadrados o rectángulos del tamaño deseado. Pasa cada pieza primero por harina y luego por huevo batido. Esto ayudará a que las piezas se doren bien y queden crujientes por fuera.
6. Freír las piezas: En una sartén grande, calienta abundante aceite de girasol a fuego medio-alto. Fríe las piezas de leche rebozadas hasta que estén doradas y crujientes por todos los lados. Es importante voltearlas para que se doren de manera uniforme.
7. Escurrir y servir: Una vez doradas, retira las piezas de la sartén y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Para finalizar, espolvorea generosamente con una mezcla de azúcar y canela en polvo. Sirve caliente y disfruta de este delicioso postre casero.
Conclusión:
La leche frita es un postre sencillo, pero con un resultado espectacular. Su mezcla de texturas, sabores dulces y aromáticos lo hacen perfecto para cualquier ocasión. Es una excelente opción para sorprender a tus invitados o para disfrutar en familia, ya que su preparación no requiere de técnicas complicadas ni ingredientes difíciles de encontrar. ¡Anímate a preparar esta riquísima leche frita en casa y deleita a todos con su sabor único! ¿Te animas a probarla hoy mismo?
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